miércoles, 1 de abril de 2015

MAXIMUS


Máximo Kirchner dio una entrevista radial en el programa de Víctor Hugo y generó un hecho político que en gran medida distrajo la atención del paro de transporte. Timming le dicen.

No interesa aquí especular sobre el fato de las cuentas en Irán, el periodista Santoro ni el Grupo Clarín. Lo que dispara este post es un comentario visto en twitter: "Ja, y dicen que éste es un cuadro". Cuadro en la jerga política se le dice a un militante veterano de mil batallas, con historia, dirigente. Que tiene capacidad de análisis y de acción, que puede crear organización o generar estrategias. No hay fotos de Máximo de chico repartiendo volantes o pegando afiches, se duda que haya hecho "la escuelita". No terminó sus estudios universitarios, algo que es caro a la tradición argentina de "m´hijo el doctor", como si ser universitario fuera garantía para esquivar la mediocridad. Le tocó ser hijo de dos dirigentes políticos que hicieron fortuna, algunos lo ven como el hijo de dos presidentes, otros como el hijo de dos ricos.
En la entrevista Máximo deslizó la posibilidad de ser candidato y agitó el avispero. Es cultor del perfil bajo, pero el gran público tiene tres elementos para inclinarse por pensar si es un cuadro o no: su discurso en Argentinos Juniors, su entrevista de ayer y el libro sobre La Cámpora de Sandra Russo ("Fuerza Propia").
Una crónica de lo que dijo en Argentinos fue "que no hay apellidos milagrosos ni hombres providenciales sino proyectos, y también que sus compañeros son mejores que él. Pero aunque apueste a una conducción colegiada de la agrupación (más allá de la conducción final de Cristina), su apellido le impone eventualmente jugar de "jetón" electoral como mínimo". Dijo que nació en La Plata (guiño, guiño) y que cualquiera que quiera conducir el país (y el movimiento agregaría yo) "que compita con Cristina en elecciones", dando a entender que ella ganaría de no estar inhabilitada por la Constitución para competir. A presidente.
Del libro de Sandra se destaca este concepto central en la entrevista a Máximo: el método de toma de decisiones de Néstor. Cuenta allí que, en forma bien setentista, se hacía un "planteo" y se abría una discusión, tratando de persuadir y bancando las respuestas que pudieran venir, para llegar a una síntesis superadora colectiva, En base a eso, la decisión final la toma el jefe. Cuándo Máximo dice "mis compañeros son mejores que yo" está diciendo eso: que él replica ese método. Claramente es el hijo de dos ex presidentes.

El futuro de La Cámpora
Era necesario que Máximo saliera a la palestra porque su exacerbado bajo perfil y la línea anti mediática de la agrupación había dejado crecer una leyenda negra y había dejado un vacío. Sobre eso se escribió por entonces que "no poniéndole un rostro humano a la agrupación, se colabora con el abstracto. Rostros humanos, que debatan, que den la discusión(...) volver a dar el debate. Debatir la justicia social con Facundo Moyano y porque lo correcto es estar con Cristina y no con Moyano. Debatir la política de no represión con los troskistas trasnochados. Debatir soberanía económica con los niños neoliberales. Debatir la política de vivienda con los pibes de Un Techo. Debatir la política de reindustrialización y baja del desempleo con los pibes de Greenpeace".

Ayer, en forma inédita, estaban Cabandié en Intratables, el Cuervo con el Gato Sylvestre en C5N, Mariano Recalde en Duro de Domar y Ottavis en 678....

Es muy probable que Máximo sea candidato. No será candidato a diputado nacional por Buenos Aires como quiere el Cuervo Larroque si Cristina lo es, que viene siendo la jugada más probable. Además, "nadie es profeta en su propia tierra"...salvo los dirigentes políticos. Deben ser profetas en su tierra y Máximo remarca todo el tiempo que él es de Río Gallegos. Tiene el problema que la gobernación de Santa Cruz le queda grande, y la intendencia de Río Gallegos le queda chica, amen de que las encuestas parecen no acompañar. Tal vez su mejor lugar sea como primer candidato a diputado nacional por Santa Cruz. 

La Cámpora debe humanizarse para ganar a la opinión pública y tener volumen electoral. Debe lograr que "sus dirigentes de primera línea salgan a debatir en los medios no oficialistas, para no achancharse y poder ganar discusiones jugando de visitante; encarar tácticas de acuerdo a escenarios particulares que le permitan empezar a ganar de una vez centros de estudiantes en las universidades y secundarios; diseñar una estrategia de mediano plazo que les permita en dos o cuatros años ganar masivamente intendencias y, tal vez, alguna gobernación".

La postulación de Recalde como Jefe de Gobierno porteño avanza en esa dirección por no ser un dedazo y ajustarse a las necesidades actuales de La Cámpora. No hay dejar de ver que:

"este país es gigante y federal y La Cámpora tiene la particularidad de que su núcleo duro dirigencial, su "militancia más vieja", desplegó un desarrollo territorial muy fuerte en Capital Federal (80 básicas) y el Conurbano Bonaerense. En las provincias la estrategia fue mixta, sumando cuadros medios con alguna historia y formación previa, y desplegando tenue tropa propia desde cero, aprovechando el envión místico de la muerte de Néstor. Siempre con la línea rectora de la "autonomía" de los dirigentes locales, la línea directa y lealtad única a Nación. Que a veces se confunde con la capital federal. En la próxima etapa, en la que se integre un "gobierno de coalición" con Scioli o directamente la oposición a Macri/Massa vemos una contradicción insalvable: o se relaja la libertad táctica o se generarán fracturas (...) y no se vete desde la Capital Federal. Porque lo que sigue a un veto, cuando se cree firmemente que la táctica es correcta, muchas veces es la ruptura. O la cooptación sistemática de dirigentes desde las estructuras locales.

Como dijo Máximo ayer, "se verá entre los compañeros" si juega o no y en dónde. Pero una virtud que tiene y que siempre pide: hay que tener paciencia. 

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