miércoles, 11 de marzo de 2015

¿Qué significa "el candidato es el proyecto"?

¿Qué define el Proyecto?
El candidato es el proyecto, ok. ¿Qué significa eso?
¿Que quien sea el próximo titular del ejecutivo sea valiente frente a las corporaciones? ¿Que avance, siempre avance, en la profundización? 
El conductor tiene el privilegio, por su intuición política, de marcar los tiempos para desatar los conflictos. Néstor en 2003 pactó con algunas corporaciones, para poder enfrentar a otras, según la correlación de fuerzas del momento. Todo lo demás es progresismo en su versión light, trotskysmo en su versión dura. ¿Se debe creer en la revolución permanente o hay momentos de cuidar lo logrado, reagrupar desde posiciones ventajosas, superar el desgaste, esperar coyunturas que permitan mayor avance? Pensar que la correlación de fuerzas política obedece siempre a ir para adelante es ingenuo. Hay ciclos en que se hace necesario dar respiro a las bases-votantes (que no quieren lucha siempre, ni siempre están en condiciones de ganar la disputa -algo que un conductor debe garantizar sí o sí, ya que según Peron es un constructor de éxitos-). Hay todo alrededor en América Latina un ciclo de reformas radicales (jacobino) que se cierra y uno de reformas moderadas (o conservar lo logrado) que se abre. Con más continuidad que cambio, pero con fuertes matices de estilo, de temas en agenda, de ímpetus internacionales. 
¿Se va a privar el frente nacional de brindar un candidato conservador popular, que garantice las conquistas sociales, a falta de una oposición seria?
Si Scioli se kirchnerizó por el efecto del 1M debe ponerse en duda si se entiende "kirchnerizar" como una fidelidad discursiva que anula la mínima autonomía política, en un exceso de verticalismo. Esa actitud mata la potencia electoral propia, algo de lo que puede dar fe en mayor o menor medida todo Unidos y Organizados. ¿Fortalece al proyecto que no se construyan referencias electorales y que todo dependa del derrame de popularidad de Cristina? ¿Por qué "no andan" candidatos como Rossi o Urribarri? ¿Tener iniciativa propia es traición? A veces, la valentía de ir en contra de la opinión pública define a un no-oportunista. Scioli ya soportó esa presión en 2008/2009. Massa opina con las encuestas en la mano. Si la estrategia de polarización con Macri define los campos del peronismo y el antiperonismo, naturalmente se estrecharán los márgenes de acción de ese no-lugar llamado Frente Renovador. Esa ambulancia, que mezcla heridos ex kirchneristas con radicales pragmáticos, ve que la ancha alameda es cada vez más angosta.
Ahora pensar que porque Pinedo "haga la V" en el Congreso cuando Cristina lo nombra, o porque lo vean comiendo en "Peron-Peron" hay una kirchenirzación del macrismo, un plegarse al imaginario del modelo, a los usos discursivos y programáticos es delirante. El kirchnerismo no va ganando, no le esta haciendo hablar al adversario su idioma. Eso es autoengaño. Si puede plantearse como más significativo que Macri siempre  estuvo abierto al peronismo incorporando jefes territoriales como Ritondo y Santilli. Lo único que hará que el kirchnerismo vaya ganando es un correcto manejo de la economía que brinde suficientes expectativas a futuro, mezclado con una real posibilidad de optar por una versión conservadora de continuidad que se ajuste al reflujo popular y a la nueva etapa que se abre en el contexto regional.

Líneas maestras constantes adaptadas a coyunturas distintas vs falopa cultural

¿Al proyecto lo define lo programático? Plantear eso es irreal. Si Néstor hubiera dicho en 2003 todo lo que iba a hacer, se habría aislado. Habría juntado a todos los enemigos de la reforma enfrente suyo. Por eso lo chamuyó a Duhalde haciéndole creer que confirmaría las leyes de impunidad. Es más propio del kirchnerismo apuntar hacia una dirección ("las convicciones que no quedan en la puerta de la casa Rosada", "las tres banderas peronistas", elija usted) e ir tocando fondos, lo cual significa que se mantienen esquemas de alianzas y situaciones hasta que la realidad impone la reforma. Con las nacionalizaciones de AySA y el Correo Argentino fue así. Con las AFJP y con la Ley de Medios fue así. Con Aerolíneas e YPF fue así. Eso no desmerece las reformas, pero evita el engaño.  
Néstor, como Perón, sabía lo que había que hacer en el gobierno. En 2003 eso era acabar con el condicionamiento de la deuda, mantener un cambio competitivo para hacer crecer la economía exportando desde el campo, fortalecer con retenciones y subsidios un mercado interno reindustrializado que diera empleo a los trabajadores; eliminar la amenaza política que era la espada de damocles de una Corte Suprema menemista. El resto fue devenir, política. 
Si la lealtad se mide en base a una nula autonomía táctica respecto de la conducción estratégica, el candidato debería ser una marioneta de Cristina, más que el proyecto. El candidato será eso, o alguien que sintetice todas las contradicciones del movimiento, todos los intereses y expectativas de los distintos actores que componen el frente nacional y popular. El que gana conduce, el que pierde acompaña.
Llama la atención la falta de una segunda línea, de un anillo de dirigentes medios del Flaco Randazzo (su Grupo Calafate, digamos). No es ni bueno ni malo, es un hecho. ¿Realmente es lo mismo Scioli que Macri? No seamos macartistas, sectarios ni excluyentes.
Evolucionar con los tiempos, sintetizar
Muchos creen que se descubren viejos kirchneristas de la misma forma que se descubrían antes viejos peronistas: se animaban a putear al viejo (siempre desde adentro, claro). Y el viejo, muchas veces se equivocó. Cuando se peleó con la Iglesia se equivocó. Y el voto en blanco durante la resistencia no siempre le hizo caso. Lo obligaba a tener el oído pegado al suelo, a ser muy intuitivo a miles de kilómetros del humor social, las predisposiciones a la lucha o no, los tiempos políticos. Néstor apretó de más en la 125, Cristina se equivocó con Insaurralde. Son humanos, falibles. La intuición popular no, porque aunque muchas veces no sabe lo que quiere, siempre sabe lo que no quiere.  Algunos se preguntan como le iría al kirchnerismo si reduce las opciones a una oferta jacobina, maniatada o un regreso al neoliberalismo.
Si las enseñanzas de Néstor fueron nunca irse del PJ, aún siendo minoría; gestionar bien (que te cierren los números con la gente adentro) y apabullar al adversario con iniciativa política ¿Cómo puede ser que se condene la iniciativa política, la autonomía táctica, como deslealtad? 
El próximo presidente, si es compañero, deberá contar con margen de maniobra, con autonomía. Lula dejó ser a Dilma.

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