jueves, 13 de noviembre de 2014

¿Por qué hay izquierda y derecha en el kirchnerismo y en el antikirchnerismo?

Por la misma razón por la que lo hubo en el peronismo y en el antiperonismo: porque es una categoría conceptual europea que no sirve para explicar el fenómeno social argentino. No por chauvinismos o vanidades particulares nacionales, sino porque es un fenómeno latinoamericano, vale decir tercermundista, o sea: atravesado por el colonialismo o el clivaje imperio-nación que ya describiera Lenin. Esa es la razón de que el peronismo original fuese un Frente de Liberación Nacional, igual que el Nasserismo en Egipto, Tito en Yugoslavia, el Movimiento 26 de Julio en Cuba o el Sandinismo en Nicaragua.
Ahora bien, los cientistas sociales producto (producidos) en las universidades coloniales generalmente buscan el modelo europeo de moda (por ejemplo el toninegrismo en los 2000) para aplicar al fenómeno tercermundista. Y el resultado es que la realidad no encaja en la teoría y no se comprende el fenómeno político. 
Las categorías izquierda-derecha nacen de la disposición física (lugar en que se sentaban) de los diputados en la Asamblea francesa, jacobinos y girondinos. Revolucionarios políticos ambos, pero  conservadores sociales los segundos.
Generalmente esa categorías se subdividen en si un individuo es más liberal (pro libertad) o autoritario (totalitario, absolutista); también si cree que la desigualdad social es natural y no pretende modificarla, o si cree que es un producto social (histórico) y apunta a la igualdad efectiva de oportunidades desde el nacimiento.
En criollo: si le cabe más la represión o no y la justicia social o no. Pero el marxismo te advierte: "ojo que la libertad no es LA libertad, es UNA libertad, de clase. Los ricos pueden sentir que no hay libertad cuando se les quita privilegios (comprar dolares por ejemplo) y los pobres sentirse libres por conquistar derechos (vacaciones pagas por ejemplo)". Apa.

La brújula política: http://www.politicalcompass.org/es/analysis2
Sigamos. Si uno dice que el eje imperio-nación define el primer campo, va a entender más las cosas. Porque hace a la soberanía de una Nación inconclusa, a un nacionalismo defensivo (extra, extra: hay más de un tipo de nacionalismo, ver a Hernández Arregui o la peli el patriota -?-). A un proteccionismo económico para desarrollar la industria y el mercado interno, tal cual lo practicó en el siglo XVI-XVII Inglaterra o en el XIX USA y Alemania. No seamos ingenuos, hay más de un tipo de capitalismo.


De esta manera uno entenderá que de un lado estén los industrialistas, los obreros, los sectores vincualdos a un estado fuerte, el pequeño comercio que disputa con marcas extranjera cuotas de mercado interno o regional. Del otro los importadores, los intereses financieros, los exportadores de materia prima, las multinacionales que ven a sus obreros como un costo y no como consumidores.
Los cientistas sociales (sociólogos, politólogos, licenciados en filosofía, antropólogos) sienten urticaria cuando se menciona a Arturo Jauretche, sin dudas el divulgador número uno del Pensamiento Nacional (mas no su creador, que fue Scalabrini Ortiz). Su figura marginal de la "academia" (aka universidad), a la cual consideraba un aparato cultural de la clase dominante (revelando grandes puntos de contacto con Althusser y Gramsci, a quienes no leyó previamente ya que eran contemporáneos) lo ubica como ese baqueano que busca agua en el campo "con el palito".
No importa su brillante caracterización de "los tres fracasos históricos de la burguesía argentina" que remite a la discusión del Che sobre si el estado revolucionario debía reemplazar el papel histórico de esa famosa "burguesía nacional" que nunca termina de hacerse cargo de su rol (a la cual Néstor también apostó e intentó conducir, siendo sus testaferros gran parte de ella); o los precisos tipos ideales al estilo weberiano como "el guarango", "el tilingo", etc. Para los "intelectuales" no tiene brillo, era un viejo cuentero...


¿Y los marxistas de la izquierda nacional como Jorge Abelardo Ramos, Juan José Hernandez Arregui, Rodolfo Puigross, John William Cooke, Norberto Galasso? Esos son todos doctores, saben de filosofía, economía, historia. La academia los silencia y el día que los veamos en los programas de estudio oficiales sabremos por Gramsci que estaremos en una revolución profunda.
Por ello si el "campo nacional" (aka peronismo/kirchnerismo) se identifica con el revisionismo histórico que levanta San Martin-Rosas-Yrigoyen-Peron-N&C y las Tres Banderas del peronismo: Soberanía Política, Independencia Económica y Justicia Social (+ Integración Latinoamericana); quedan para mi dos clivajes más, uno verdadero y otro falso.

En un país colonial las oligarquías son las dueñas de los diccionarios. 
J.W. Cooke
El verdadero hace a la categoría de "ilustrado" o no ilustrado. De nuevo, si la historia la escriben los que ganan y las universidades responden a la clase dominante, una persona muy instruida con tres masters no garantiza nada. Corresponde la frase del Martín Fierro que reza "mejor que aprender muchas cosas, es el aprender cosas buenas". Deben desaprenderse muchas cosas de la educación formal como capas de cebolla, para empezar a aprender otras con mayor grado de verdad. Mayor grado de verdad en relación a la definición de Kuhn de paradigma: es una estructura interpretativa que ordena los hechos. Cuando quedan muchos o cada vez más hechos por fuera de la potencia interpretativa oficial, su legitimidad cae, se produce revolución conceptual.
Eso es lo que se puede llamar un "tecnócrata", tres masters y no entiende nada. Nada. Por eso no entienden que un tipo como Lula sea el mejor presidente de Brasil, que habrá tenido sus colaboradores y asesores (como Evo lo tiene a García Linera) pero el criterio político, el que conduce, es él. Entonces muchas veces en este eje, a mayor instrucción europeizante, mayor alienación de la realidad.


Por último, el clivaje falso del que se agarran nuestros progresistas, que asimilan autoritario con derecha y la no represión con "la izquierda". Eso es de un idealismo político que Aristóteles, Maquiavelo y todos los que entienden algo de política se matarían de risa.
Así puede haber pases mágicos como que Berni sea "de derecha" igual a Franchiotti que dirigió la Masacre de Avellaneda o el comisario Weber que dirigió la represión el 2001 en capital con sus decenas de muertos. Tampoco es lo mismo qué se reprime. ¿Es lo mismo reprimir a los más ricos que a los más pobres? ¿Es lo mismo reprimir una marcha pacífica que una violenta? ¿Es lo mismo reprimir una marcha multitudinaria que una acción directa de pocas personas? ¿Siempre reprimir significa muertos o heridos?
Son cosas para pensar, porque desde Maquiavelo sabemos que el príncipe (electo) tiene el deber de hacer uso de la fuerza cuando sea necesario para conservar su poder (democrático o no). Y juega también la política, la opinión pública. Si la mayoría está de acuerdo o no con tal represión. Y eso depende del caso, de si es fenómeno social ampliamente apoyado (democrático) o no. Y con las acciones directas esto es más evidente que nunca. No es lo mismo que un piquete o una toma de una universidad, colegio o fábrica sea masiva o minoritaria. 

Si la definición básica de Estado es una organización que ejerce el legítimo monopolio de la fuerza en un territorio y sobre una población determinada. ¿Es lo mismo la represión de una dictadura que la de un gobierno electo que puede perder la siguiente elección?

A mí me gusta la represión “a lo Néstor”. Como cuando sacó a upa al gordo De Angelis de la ruta en 2008. Creo en eso, que la cana tiene que cobrar. Tiene que ir desarmada, solo con gas pimienta y bastones, y si cobran que cobren. Prefiero ciudadanos canas que ciudadanos civiles en el hospital. Prefiero desarmar el piquete y aparte ganar la pulseada políticamente porque tengo canas heridos.
Si no se comprende esto terminan siendo más afines un anarquista con un neoliberal. ¿O  Fidel cuando reprime es "de derecha"? Juzgar a un proyecto político de gobierno en su dimensión histórica por su carácter progresivo (crecimiento económico, distribución de la renta, creación de derechos, soberanía política, tolerancia religiosa, competencia electoral y demás) o regresivo exclusiva o preponderantemente por el uso del poder de policía es propio de la tradición del liberalismo y del idealismo político.
Preferir siempre equivocarse junto a las mayorías que acertar sin ellas es la garantía de no equivocarse, de no dejarse jugar las contradicciones, de no dejarse vender espejitos de colores. Difundamos pensamiento nacional.

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